¿Parezco
tan amargada como me siento?
Te
prometo que yo he intentado ser la de antes: miles de veces. Pero no funciona.
No me sale. Y tampoco no encuentro con qué sustituir los pedazos de corazón que
se llevó. Porque no contento con hacerlo añicos, decidió hurtar parte de él.
Luego echó a correr sin mirar atrás y sin dejar pistas. No hay engranajes que
hagan volver a funcionar este latido, al menos no de la misma forma. Ya sabes,
como en el poema de Bécquer. Y es que una vez partida la ilusión, no se
recompone. Es porcelana.
Por
las mañanas y a menudo tardo a encontrarme porque ya no me reconozco. Me miro
al espejo pero no me veo. El reflejo no me convence. Esta no puedo ser yo. Porque aunque me rompió, todavía queda algo
de mí. Y ese mí todavía es bonito y
tiene pizcas de especial, porque no pudo llevarse eso que lo enamoró.
Pero
me siento rara en este cuerpo que me queda grande. No puedo llenarlo con lo que
queda, al igual que tampoco puedo completarlo con nada nuevo. Estoy en stand by
mientras el tiempo sigue corriendo y la vida se cuela cada día por las persianas
de mi habitación para volver a salir sin darme ni las buenas noches.
Con el pseudonimo que tiene me extraña que no te reconozcas en el espejo. Debes iluminar las estancias como los buenos bixitosluminosos que somos :)
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