Somebody that I used to know.


El recuerdo duele porque el pasado no vuelve. Pero el dolor es dulce y deja una sonrisa sobre los labios, porque quema y da calor a partes iguales. Ese sentimiento cálido que inunda el pecho y arranca suspiros, ese que te dice que todo ocurrió, que fue lo que fue en su momento. Aunque no dure. Aunque esa persona ya no exista, aunque a veces las palabras crueles que salieron de su boca regresen para hacer daño, aunque... Dicen que si uno no es capaz de perdonar, nunca estará en paz consigo mismo. La única forma de frenar la presión que ejerce la marea, es dejarla pasar. Que inunde la playa, que la deje húmeda y mojada. Y luego que se vaya. Solo hay que permitir que los sentimientos te aborden una vez más. Una solo. Familiarizarte con ellos, sentir que forman parte de ti. Y aceptarlos. Porque el sol saldrá por la mañana y secará la arena. Las corrientes traeran nuevas olas y la playa volverá a mojarse.

(Te echo de menos, a todo esto. Echo de menos la persona que llegaste a ser y lo que fuímos juntos. Las sonrisas cómplices, las risas, las aventuras, la playa, las malditas noches en la misma cama y tu respiración tranquila cuando sonreías. Echo de menos algo que no existe. Y me resigno, me mojo con ello y me deshago de ello. Solo que debo haberme despedido de ti unas mil veces y contando).

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